12 feb 2009

Por una noche

Sentía el corazón roto pero por ningún motivo se quedaría un minuto más en su casa, así que tomó las llaves del auto y vagó un poco por la ciudad que estaba aprendiendo a amar. No quería pensar y no tenía porqué hacerlo, esta era su noche y le sacaría todo el provecho posible, aunque tuviera que exprimirla con el alma y sus latidos.
Se detuvo frente a un elegante bar, en el que no iba a resultar extraño que alguien tan atractivo y bien vestido como él fuera sin compañía a tomarse un trago. Respiró profundamente antes de bajar de su coche, con un movimiento leve eliminó las pocas motas de polvo de su pantalón y distraídamente pasó su mano derecha sobre su cabeza para acomodar sus rizos.

Entró y se sentó en la barra, un poco sorprendido de que el establecimiento estuviera casi vacío. Que importa, pensó, hoy no quiero multitudes. Pidió al cantinero un whisky sin hielo y un cenicero mientras observaba a la gente del lugar: en una mesa había una pareja con una botella de vino… se tomaban suavemente de las manos. En otro lugar estaban reunidos cinco jóvenes, todos de trajes obscuros, al parecer festejaban algo, ya que brindaban con cada sorbo y reían fuertemente. En un rincón estaba un hombre de alrededor de cincuenta años que no dejaba de observar a los jóvenes, sonriendo de vez en cuando y tomando aquel líquido ambarino que tenía enfrente.

Pero lo que definitivamente acaparó su atención fueron tres cuerpos al final de la barra: un hombre y dos mujeres. Él, alto, con ojos grandes y un magnetismo animal incomparable. Ambas mujeres eran morenas, seductoras y con una atracción no tan grande como la del ejemplar que las acompañaba pero irresistibles. Tenían un ligero parecido con diferencias abismales: una de ellas con un corto vestido rojo que dejaba su espalda descubierta,coqueta, con el cabello corto… parecía una mujer de mundo, sexy, capaz de tomara un hombre por la espalda y susurrarle al oído lo que haría con él. La otra, con un vestido negro, un poco más largo. Con una inociencia bastante atractiva, el cabello castaño a media espalda, suelto…. una niña atrapada en un cuerpo listo para la lujuria.

Pensó que ahí habría un espacio para él, llamó al bar tender y les mandó otra ronda de tequila, el cual las mujeres agradecieron levantando los vasos y el hombre sólo atrapó sus ojos. Interpretó esas miradas como si el macho marcara el territorio, defendiendo a sus hembras… que equivocado estaba.

Venció la vergüenza –ó quizás tomó lo suficiente- y se acercó a ellos. Las damas se presentaron y platicaron un poco con él mientras el caballero seguía bebiendo, intercambiando fugaces sonrisas con alguna de ellas pero sin tomarlo en cuenta. Eran bastante interesantes aunque le recordaban a dos gatos que elegantes se enroscaban enlas piernas de su dueño.

Hubo whisky, después tequila y al final pidieron vodka. Insistió en que siguieran en un lugar más privado pues el bar estaba a punto de cerrar; aceptaron sin dudar, lo que fué realmente emocionante pues él ya había hecho su elección, el único problema sería como deshacerse de los otros dos…. No fue mucho problema, pues los jóvenes de traje obscuro rápidamente acogieron a los rechazados. Sin decir palabra subieron al carro… quiso entablar plática pero todo intento era cortado pues solo obtenía monosílabos como respuesta, hasta que pensó “al diablo! Si estamos hablando de deseo, eso tendremos”. Subieron a la habitación, encendieron la luz y se vieron fijamente a los ojos.

Lo tomó entre sus fuertes brazos, haciendo énfasis en la diferencia de alturas. Cerró los ojos y quiso dejarse llevar por la fuerte atracción de los carnosos labios de su conquista, pero él se alejó con un leve movimiento. Ante ésta negativa optó por colocar sus labios sobre el cuello, asomando ocasionalmente su lengua cada vez menos tímida. Fue despojado sutilmente de su camisa azul celeste, mientras que otra boca cubría cada centímetro que la tela abandonaba. Recorrió su piel morena concada uno de sus sentidos, mientras se aproximaba cada vez más al sur del hermoso cuerpo que tenía al frente. Desabrochó el cinturón con una emoción apenas contenida mientras el elegante pantalón negro caía por esas columnas quehumildemente eran llamadas piernas... muriendo por la necesidad de complacerlo y explorarlo antes de que la pasión los inundara a ambos. De repente ante sus ojos vió el territorio más hermoso que pudo haber imaginado jamás: un paraíso poblado por un duende solitario que se erguía orgulloso, cuidando dos ollas repletas de oro. Suavemente lo aprisionó con sus manos y lo guió hacia su boca; lo recorrió suavemente con su lengua antes de introducirlo completamente. Los gemidos que escuchaba lo alentaban a succionar cada vez más fuerte, sentía como el miembro crecía cada vez más y la respiraciónse agitaba.

Su excitación rebasaba los límites de lo conocido, pidió tomar y ser tomado, entregarse con la pasión que enloquecía sus sentidos…quería que calmara el fuego que carcomía sus entrañas. Quería dar rienda suelta a la lujuria que su acomañante inspiraba, quería que llenara su ser, que se vaciara dentro de él. Hicieron todo lo que su imaginación les permitió... y un poco más. Cayeron rendidos en el lecho, con una sonrisa en el rostro.
Abrió los ojos y se dió vuelta para abrazar el excitante cuerpo… sólo encontró una tarjeta con un número telefónico.

"Si yo fuera hombre, sería homosexual".

8 comentarios:

Fer V dijo...

He de admitir la frase final me pareció bastante previsible, ya la esperaba, cero sorpresas ahí; sin embargo, no le resta mucho mérito a la narración, que te guía maravillosamente. Y las descripciones y el ritmo son geniales.

¡Excelente trabajo!



¡Sonríe!

Jo dijo...

mi Sista... que fuerte eres, ahora se que no eres de piedra. Si lo fueras tendrias que ser lo doble... aunque muchos piensen lo contrario

MauVenom dijo...

Jeje... niña mala.

Esplorando el mundo, eh?... y que tal bisexual?... por qué perderse la otra mitad?.

Con que walking the wild side.

Es usted una chica interesante.

Y... muy bien escrito.

Besos muchos.

MauVenom dijo...

Ya no te pregunté...

tendrás la dirección del bar?


Jajajaja.

Fer V dijo...

¿La dirección del bar? ¡Olvida la dirección del bar! ¿Tendrás el teléfono de las morenas?


=)

Adrián dijo...

si fuera vieja, sería machorra

Pinche Vieja dijo...

Générique. Si, no supe como dejar claro el tema... aunque ya viéndolo bien es muy obvio. ¡Gracias!

MiSista. No mija, de piedra namás la cama :)... Te extraño cabrona.

MauVenom. Jajaja esa idea es muy buena... Gracias muchas y besos más!

MauVenom. La dirección? mmm mi cabeza, entre mis dos neuronas y a cinco cm de mi líbido... jajajaja se llega con mucha imaginación :p

Générique. Jajajajajaja sipi, el de las dos...

Adrián. A huevo! Las viejas somos la onda!

SexTypeThing dijo...

avemarapurisima jajajajaja

yo queria que se ligara a los 5 vatos :(