-Disculpe Dr. ¿Cuál es la función de su invento?-Preguntó el discípulo a su mentor.
-Permítame mostrarle, con argumentos sólidos y confiables, sobre la finalidad que esta maravilla moderna de la ciencia hará por nosotros. Colega, usted y yo, junto a otros igualmente agraciados con un alto coeficiente intelectual, controlaremos a la especie humana.
-¿Cómo se llama este mecanismo?
-Es un “Requisa-neuronas”- Dijo el Dr. en ciencias biomecánicas.
-Tengo entendido, como su nombre lo indica, que este aparato atrae a las neuronas, pero, ¿de dónde o de quién sustrae las células cerebrales?
-Dígame, estimado discípulo, ¿cuál es su IQ?
-Perdón Dr. no sé a que se refiere.
-Que... ¿cuál es su coeficiente?
-Ha, pues... 187.
-El mío es de 181. Dígame, ¿no le gustaría tener más IQ?
-Claro que sí.
-Ése es el meollo del asunto. Le explicaré: Existe demasiada gente que no utiliza el cerebro, ni para lo más elemental; estamos hablando de la gente ignorante...
-Dr. no generalice.
-No me interrumpa colega. Como le decía. Cuanto desperdicio de neuronas vemos en cada infeliz individuo. Por medio de este artefacto nos haremos de más y más neuronas.
-¿Es confiable?, vamos, ¿es seguro, no causa daño? Porque si mas no recuerdo, su último invento, el “Suspensor-Tiempo-Espacio”, nos mantuvo en una especie de limbo científico por más de tres días. No quisiera arriesgarme. Todavía tengo pesadillas.-Dijo el joven científico, incapaz de esconder su temeroso rostro, ante las locuras del Dr.
-Ya lo probé con ratas de laboratorio, en un ambiente controlado, y funcionó a la perfección. De acuerdo a mis teorías, el “Requisa-neuronas”, solo afecta a individuos con un CI menor a 120. En este momento lo encenderemos, y todo individuo ignorante, en 300 metros a la redonda, nos proporcionará una invaluable cantidad de neuronas.
-¿Está seguro Dr. que solo afecta individuos inferiores?
-Claro, ¿acaso duda usted de mi inteligencia?
-No, lo siento, no volveré a dudar de su increíble capacidad mental.
Los dos científicos se colocaron los trajes “Anti-Reacciones-No-Deseadas” –invento necesario para este par de Leonardos pos-modernos-. Encendieron la máquina e inició la cuenta regresiva:
-T menos 100 segundos, Requisa-Neuronas Activado- dijo una suave voz femenina salida del extraño artefacto.
-Ahora sí colega, ¡el mundo es nuestro!- Exclamó eufórico el Dr.
-T menos 56 segundos...
-Espero que funcione esta locura.
-¿Dijiste algo discípulo?
-No, nada Dr. Estaba rezando.
-T menos 10,9,8...
Una luz intensa, seguida por un gran estallido, se escuchó en el laboratorio. Todo estaba cubierto por humo, no había luz.
-¿Dijistes algo?
-No... nada. Oyes, ¿vistes ayer la novela?
-No, me la pasé viendo el futbol.
-Ha, pues bueno...
-Pues bueno...
Carlos Martín El Director
Septiembre 2002
26 jul 2009
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2 comentarios:
No me gustaría verificar mi CI en el aparatito, no sea que me haga ver futbol o de plano novelas.
Bueno bueno Direc.
Aqui faltó el efect ensordecedor de la explosión... o bueno aunque sea una palabra que remitiera a la situación.
yo digo...
como kaboom!!
recorcholis!
recáspita!
auch
algo asi
no?
bueno ya me voy...
quizá para rata de experimento sirva
ja
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