Me doy la más cordial bienvenida.
Me he puesto a meditar sobre esa palabra contraria a la ‘inverosimilitud’, la ‘verosimilitud’ según su concepto en el diccionario de retórica, consiste en crear conversiones aparentes que den tintes de realismo.
Sin duda, creo yo, la inverosimilitud tiene más cualidades y variantes. ¿Para qué hablar de lo verdadero y de lo ya conocido? ¿Para qué hablar de lo coherente, lo real y lo lógico? Si a final de cuentas, todo termina siendo ficción barata con sabor a cotidianeidad, e incluso nuestra vida termina siendo un problema incoherente, pendejo y con pocas justificaciones razonables.
Por ejemplo, una de las situaciones más inverosímiles en mi vida, es no entender por qué diablos trabajo más de ocho horas al día y no tengo un peso en la bolsa. No todo es malo. Otra de las cosas inverosímiles, es que en Oaxaca por ir a escuchar música, a una conferencia, o equis evento cultural, nunca hace falta el mezcal y la chela gratis, como si eso fuera una campaña educativa de alto rendimiento para educar a los borrachos artistoides (yo formo parte de ese gremio de incultos anónimos en proceso de aprendizaje), otra de las situaciones más inverosímiles que ocurren en este mundo, es no entender cómo es que habiendo tan fácil acceso a la pornografía, a los videos caseros, a las revistas, a la literatura erótica, a la venta del Mforce, viagra, los anillos vibradores, incluso la constante ola de información y campañas para promover la masturbación como algo sano y todas esas cosas sobre educación sexual, sigan existiendo hombres que cojan mal y mujeres que no sepan cómo tener un orgasmo.
Disculpen que saque lo sexual, pero creo que ese es uno de mis grandes traumas (de ahí el nombre de mi blog ‘abriendo las piernas’).
‘Blogueo luego escribo, escribo luego existo’. Soy bloguera, intento de escritora.
Los sucesos más inverosímiles de mi vida, son los que regularmente exploto en las letras, tal vez no lo sean tanto, pero el universo y los planetas se acomodan en algunos momentos de mi vida, para que todo parezca un plan detalladamente organizado y yo sea simplemente un juguetito que se mueve a la dirección de las circunstancias.
Sería bueno, que las cosas atroces no fueran tan racionales, tan predecibles, les caería bien un poco más de inverosimilitud.
Quisiera que mi vida fuera un poco más inverosímil. Hoy soy una inexistente proletaria para el mundo; mañana tal vez pueda convertirme en un parásito ocioso de museo, que traga porquería y caga oro.
Le inverosimilitud de un texto es un gran de defecto, la inverosimilitud en el mundo, es la sal y pimienta que da sabor a la incoherencia. He dicho.
Misión cumplida, este es mi primer post.
23 jul 2009
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4 comentarios:
Supongo que lo inverosímil es lo que vale la pena escribir.
Misión cumplida.
Bienvenida.
Mmm, me hubieran avisado antes que se trataba de cuentos, no lo sabía.
Chale
en un lapso de tiempo infinito no existe la inverosimilitud... che palabra larga :P
Chale!...pero te quedo bonita tu bienvenida.
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