21 dic 2008

Adolfo

Contactar a Adolfo no fue nada fácil debido a cuestiones meramente logísticas y de conflicto de intereses. Recordemos que estamos en el año 1945, en abril para ser más exactos.
Por medio de un contacto alemán que funcionaba como doble agente, traté de enviarle una carta de presentación y mis motivos para realizar la entrevista, pero esta correspondencia jamás llegó debido a que este individuo, antes de entregar el encargo, decidió hacer una peligrosa caminata al lado de un precipicio, además de que ya traía en su cuerpo una considerable cantidad de plomo—en forma de proyectil—, y por si fuera poca su osadía, se atrevió a nadar en un lago congelado localizado al fondo del abismo. Lo irónico del asunto es que no sabía nadar… pobre Hans, lo voy a extrañar.
Poco después, con la ayuda de un ciudadano suizo—ah, las ventajas de la neutralidad… y una muy considerable suma de dinero—, logré concertar una cita con el anómalo personaje.
Pensé que la entrevista se realizaría en uno de esos castillos de la campiña Austriaca, o en una barca navegando por el Rin, pero no, la paranoia de Adolfo era tal que se tuvo que realizar en uno de sus muchos búnker Berlineses.

¿Qué siente, en éste momento, Adolfo Hitler?
Pues que soy un gran líder y que soy muy poderoso.

No… no me entendió. ¿Qué pasa por su cabeza al sentir que el techo, literalmente, se le viene encima? Éste maldito bunker no creo que resista otro bombazo Aliado.
Ah… pues mis hombres no tardan en derribar a los bombarderos aliados y así, de nueva cuenta, recobrar el poderío alemán.

Ey… sí, cómo no.
En este momento la SS y la Luftwaffe se están reorganizando para dar el contragolpe. Claro que todo esto ya estaba planeado.

¿Por qué es tan malvado?
Yo no soy malvado (risas de malo).

¡Claro que si! Será porque no se casó con alguna hermana… como sus padres…
El incesto no tiene nada que ver.

Sigamos con otros asuntos más relevantes. ¿Qué tanto le afectó saberse un pintor fracasado?
Yo no soy un pintor fracasado. Soy un pintor incomprendido.

Sí, como no… Por otro lado sus estereotipos raciales contrastan de gran manera con su propia figura ¿Qué nos puede decir de esto?
Yo soy de la raza pura germánica.

Responda la pregunta.
Ya le dije jovencito, yo soy de raza Aria.

Usted se autonombró Fürer, dígame las razones.
Ah, pues yo soy el caudillo que salvará de la humillación que sufrió Alemania con los tratados de Versalles.

En aquél entonces usted, junto con otros compinches —Goering, Himler y Goebbles—, fundó el partido Nazi. Toda la parafernalia—banderas, himnos, uniformes—, además para el apantalle, ¿fue para desviar la atención de los problemas internos del país?
No, no, para nada… eh, nuestros uniformes e himnos se hicieron para establecer la confianza en la población, para que tuvieran sentido de pertenencia, de un fin común.

…Y ese fin era…
Lograr la supremacía mundial de la gran Germania. Y lo estamos logrando gracias al excelente desempeño de nuestra gente.

Claro… y sin olvidar las purgas internas, como la noche de los cuchillos largos.
Eran personas desechables.

Dígame ¿Por qué se le ocurrió invadir Rusia, aun teniendo un pacto de no agresión?
El pacto de no agresión fue para dividirnos Polonia, y para que ellos, los Rusos, pensaran que no teníamos interés en invadirlos. Pero en nuestra política siempre se contempló el espacio vital, y el este de Europa es nuestro espacio vital. Una vez que conquistamos toda Europa, a excepción de Inglaterra, solo era cuestión de tiempo para voltear nuestros ojos a Rusia.

Pero llegó el invierno del cuarenta y tres… y la derrota de Stalingrado.
Desgraciadamente nuestros cuerpos no soportaron muy bien esas temperaturas…

Pero usted me acaba de decir que son una raza superior…
No voy a contestar eso.

¿Qué pasó en la guerra civil Española?
Esa guerra fue un ensayo para lo que vendría.

¿Y qué me puede decir de la solución final?
Que está en marcha…

Cambiando de tema. Existe una foto donde detrás de usted se ve la torre Eiffel, dígame ¿no se le antojó?
Muchacho insolente…

Digo que si no se le antojó subirse.
Ah, pues… me estás albureando de nuevo ¿verdad?

Para nada, lo que quiero saber es si le hubiera gustado en ese momento… subirse a la torre.
En ese entonces…

Por último, una pregunta que le hago a todos mis entrevistados ¿Cómo cree que se le recuerde en un futuro y qué legado dejará?
Me verán como el gran estadista que logró la supremacía Alemana. Quedaré como el gran conquistador, un emperador que dominará por más de mil años. Y mi legado será de grandeza y el haber aniquilado a esa raza, a los judíos.

Salí de aquél búnker de la cancillería en Berlín. Los bombardeos se repetían sin cesar… a lo lejos se escuchaba el avance del Ejército Rojo. Era Abril del cuarenta y cinco. Meses después los juicios de Nuremberg tratarán de enterrar las infames leyes raciales de Nuremberg.

Carlos Martín
*Este producto no sustituye una lectura balanceada. Tal vez y hasta contenga felinalalina. Tome sus debidas precauciones.

4 comentarios:

Jo dijo...

Tuviste suerte de salir de ese bunker.

Rich. dijo...

Ta bueno, ta bueno.
Eso de los cuchillos largos se escucha interesante.
Hitler erá asi de buen pedo?

BEATRIZ dijo...

Hitler y su verdad absoluta...contra Rusia y sus ganas de no saber nada. Todo cae por su propio peso, hasta la memoria.

Encantadora entrevista de humor y sarcasmo.

saludos

NTQVCA dijo...

Ese Adolfo...¿como no te mando a fusilar?