15 feb 2009

¿Quieres Ser Quien se te Ocurra?

Salgan de mi cerebro
Jhon Malcovich

Siempre pasa cuando giro la chapa de la puerta de manera contraria. Esto es, cuando llego dormido, en la baba, o borracho. Recuerdo la primera vez que ocurrió. Llegué del trabajo como a las once de la noche, cansado, saqué mi llave y la introduje, gire la mano hacia el lado contrario de las manecillas del reloj para enseguida deslizarme por un túnel mental y posicionarme en el cerebro de alguien, esa primera ves fue de un policía:

Enterado ─Pero qué demonios ¿Dónde estoy? ─Sí, doceochenta, aquí de guardia en sector tres, cambio─ Qué es esto, no puedo controlar mi cuerpo ─Nos dirigimos al sitio del delito─ ¿Qué delito? ¿Por qué estoy diciendo esto? ─Ya te digo, la Lupe, del emepe, me tira la onda, ¿no me crees? ─¿Lupe?, ¿me hablas a mí?
─¿La Lupe?─Ah, le habla al otro policía ¿Otro policía?
Sí, fregón ¿no? A ver, espérame. Sí, doceochenta, en camino al sitio del delito, en unos minutos llegamos ya vamos en camino ─¿En unos minutos? Ni siquiera nos movemos, se están tragando unos tacos
Ya, enciende la patrulla, luego platicamos de la Lupe ─ Hasta que. El delincuente ya ha de estar lejos y ustedes dos aquí hablando de secretarias buenísimas... ¿Cómo demonios me salgo de aquí?
─Puta, esta patrulla quedó bien fregona, ve no más a cuanto vamos─ Bájale güey, nos vamos a matar.
Sí güey, písale más ─¿Y tú dándole alas a este engendro de Ayrton Senna? Frena, frena... hijo de la...
Buenas, buenas ¿Qué fue lo que pasó aquí?
Un asaltante, todavía lo alcanzan oficial. Se fue por allá.
Uy señora, primero tengo que tomarle sus datos para saber que fue lo que pasó aquí ─Méndigo gordo, para mí que no quieres correr por la atragantada de los tacos, qué cínico... ¿Cómo salgo de aquí? No aguanto más, ¡ya!
Pero se les va a escapar ─Se les va escapó...
No se preocupe, ahorita van otras unidades a buscarlo. Ahora bien, ¿qué fue lo que pasó? Espéreme tantito. Pareja, tómele los datos a esta señora, voy a la patrulla a quitarme un pedazo de carne que tengo entre los dientes─Qué puerco, un momento, se va a ver en un espejo, me voy a ver en un espejo... Qué terrible, no sé si pueda vivir con este trauma.

Y por arte de no sé qué ¿magia?, ¿destino?, ¿burla del destino?, el oficial, al verse en el espejo, yo aparecí vomitando en el baño. Recuerdo que me paré y me vi en el espejo, pálido, pálido, pero sin la gorra azul, la prominente barriga y los bigotitos de cantinflas.

La segunda ocasión pasó igual. Llegué de una fiesta, introduje la llave en mi domicilio...:

Buenas noches comadre... ¿Cómo le ha ido?...A mi bien, fíjese que el otro día─Ay no, una vieja chismosa─ vi a su marido saliendo de su oficina muy tarde ─Me aburro─ Iba con una cara de felicidad, que pa´ qué le cuento─Póngase a hacer otra cosa señora, no friegue el matrimonio de su compadre─Pa´ mí que se anda metiendo con su secretaria, la tal Lupe, muy licenciadito, refinado, pero cabrón su marido, discúlpeme, pero esa es la verdad ─Qué aburrido, ya vieja loca, vieja amargada, ha de estar tan gorda que su marido ni la pela, y pues le da envidia su comadre.

De nuevo vomitando, me miré en el espejo, que alivio, ya no tenía los diez kilos de mascarillas ni las dos docenas de tubos para el cabello; vieja chismosa, pobre licenciado, la que se le va a armar.

¿La tercera? Ni quisiera acordarme. Llegué a mi casa, igual con la llave...:

Buenas joven.
Quiúboles mamacita ─¿Mamacita?
─¿Qué se le ofrece?¿Servicio completo?¿O nomás sencillo? ─¿Servicio completo? ¿Sencillo? Oh no... Soy una prostituta...
No quisiera ahondar en detalles, solo que en la habitación del motel que estaba había un espejo redondo en el techo. Igual. Aparecí vomitando en el excusado, observé mi reflejo y ya no tenía ni la bolsa al hombro, ni la ¿minifalda? si a ese pedazo de tela se puede decir así. Qué mala experiencia. Es todo lo que puedo decir.

Igual me pasó con la cuarta. Llegué cansado a mi casa, giré la llave...:

Gracias Lupita─Gracias Lupita, pero qué bien está la Lupita.
De nada Licenciado.
Oye, hay que tener más cuidado, mi mujer ya se las huele─Hijo de la... qué poca madre─ Se enteró de la otra noche que salí muy tarde de aquí, del emepe, alguien le dijo─Ya sé quien eres, o mejor dicho, ya sé quien soy. Viejo rabo verde. Bien, que comience la acción. Bésala, ánimo─Que bien se ve hoy Lupita─Eso, así se hace, ahora agárrale una teta.
─¿Usted cree licenciado? Usted no se queda atrás. Que guapo está.
─¿De verdad me veo bien?─ Oh no, no, no busque un espejo. Apenas se va a poner bien, chale...
Esa noche al terminar de vomitar hice un experimento. Rápido corrí hacia fuera de mi casa, introduje la llave en la chapa, giré hacia el lado contrario de las manecillas del reloj... túnel... cerebro...
─... Bien, ¿dónde nos quedamos? Ah sí. Le iba a agarrar una bubi a la lupita─ Aquí no licenciado, pérece... me duele─Ay no, soy Lupita...

Jamás vuelvo a hacer experimentos. ¿Después de vomitar? derechito a la cama. Mi experiencia con Lupita fue peor que con la prostituta. Al menos con la mujer de la vida alegre había un espejo gigante en el techo. ¿Con Lupita? Terminó hasta que se metió al baño a darse una arregladita. Ese día seguí en el cerebro de la Lupe. Salí ─salió─ al mostrador del ministerio Público donde estaba el licenciado, cuando de repente llegaron los dos policías con los que tuve mi primera experiencia extrasensorial ─si así pudiera decírsele─ y traían detenida a la joven prostituta. El ciclo, para mí, estaba cerrado. Ya había sido cada uno de los personajes principales, así es que me dediqué a otras cosas.

Ahora no solo utilizo la chapa de la puerta principal, también he encontrado otros túneles dentro de mi casa. La de mi recámara me condujo hacia el cerebro de un diputado, con todo lo que eso implica. En la del baño me transporto hacia la mente de un púber de secundaria, chale. Además le puse una chapa a la puerta de la cocina ─claro que no es necesaria─, a ver a donde me lleva. Y estoy pensando en ponerle chapa a la casita del perro...


Carlos Martin, el Director
Mayo 2003

8 comentarios:

MauVenom dijo...

Excelente cuento!, magnifico en verdad Carlos, Felicidades en serio. Bien narrado, muy bien armado, no es confuso, sorpresivo, es gracioso incluso. Muy bien hecho.

Oye, pero como que mayo 03?, lo tenías guardado o qué?.

Saludos.

NTQVCA dijo...

Muy buena historia Direc, ¿Quieres ser Jhon Malcovich? es una de mis peliculas favoritas.
Saludos!

Jo dijo...

ahora si sufro de personalidad multiple... sera malo aunque no tenga que beber...

demonios! no encuentro mi llave

Anónimo dijo...

MauVenom:
Gracias por tus comentarios... por lo de la fecha, es que sí, ya lo tenía y por el tema de Cuentaletras, me pareció que no lo debía dejar pasar. Gracias.

Morra:
También es de mis favoritas; a poco no sería de los más morbosos meterse ala mente de alguien y ver qué es lo que hace????
Lo que daría por trasladarme a los cerebros de distintas personas...
Y el tema es extenso... Narcos, presidentes, generales, bebés, un niño travieso, una monja calenturienta...

Jo:
No necesitas una chapa... con leer te trasladas a dosnde quieres, pero el morbo, como le dije a la Morra, es muy interesante

Fer V dijo...

No sé... ser invisible, tener cámaras y micrófonos o, aún, leer la mente, me parecen formas decentes de saber en que anda otra gente; quedar dentro de sus mentes y ver a través de sus ojos... no, demasiado para mi.

Cambiar lugares con alguien o peor, quedar, aún temporalmente, atrapado en la mente de alguien, algún personaje al azar... no, creo que mejor paso.

No sería mi manera de ser, si yo fuera.

Buen relato.

Adrián dijo...

Si no se está familiarizado con tal película, el lector podría perderse.

¿Sabían que Spike Jonze dirigió parte del Slow Century?

Eso pa' los fans de Pavement.

Pinche Vieja dijo...

¡Me encantó! Va de personaje en personaje sin perder secuencia ni confundirse entre ellos, cada uno está bien definido.

Mmm no, yo no vi la película.

Voy por mis llaves.

Un beso.

Ps. Que monito changarro!

Anónimo dijo...

y adrián viene a lucirse?