Sofía siempre se preguntaba qué había detrás de aquella colina ubicada al occidente de la ciudad. En varios sueños que había tenido, veía un gran lago u océano de plata líquida, con torres de cristal y árboles color azul eléctrico. ¿Estaba ese mar al otro lado de la ciudad?
Aburrida de la escuela y de su casa- su abuelo era un empedernido lector de periódicos y su abuela se creía bruja- decidió averiguar si su sueño era real. Meses atrás ya había conversado con sus abuelos sobre lo que había detrás de aquella colina: el abuelo le platicó que en esa zona solo había bosques, praderas y ríos de agua térmica; en cambio su abuela dijo que allí habitaba la gran curandera del occidente del País de las Maravillas de los Políticos. A uno le creyó- lo había leído en los periódicos-, a la otra...
La niña Sofía llamó al matarañas, su perro- el cual tenía la manía de masticar cuanta araña se encontraba, para enseguida escupirlas- para que la acompañara en su travesía. Salió con su mochila de la escuela – pero sin cuadernos ni lápices, sino con galletas, jugos y dulces-.
Salió temprano, el sol apenas le daba en la espalda. Pasó por donde tenía que estar a esa hora, se cuidó de que no la vieran ni maestras ni compañeros. Siguió caminando hacia la avenida para tomar un autobús.
-Don Chofer ¿va todo derecho?- preguntó Sofía.
-Doy vuelta en la Av. Última Poniente-.
Sofía, conciente de que esa avenida estaba cerca de la colina, subió y se sentó hasta atrás. Antes de que el autobús avanzara, el matarañas subió por la puerta trasera y se escondió debajo del asiento.
-¿No muerde tu perro?
-No, es un doverman, pero es muy mansito.
-Ah, y ¿cómo se llama?
Sofía se bajó del autobús con el matarañas y con Olga, su nueva amiga del autobús. Caminaron con rumbo a la colina la cual, a esa corta distancia, le pareció más grande que cuando la veía desde su casa.
-¿Crees que lo de tus sueños esté atrás de esa loma?- preguntó Olga.
-Pues es lo que vengo a averiguar. ¿Por qué decidiste acompañarme?
-Curiosidad, además me caíste bien.
-Tu también eres buena onda. Está pesada la subida ¿no?
-Si... Oye, tu perro se va a envenenar, se acaba de tragar una araña.
-Déjalo, ahorita la escupe.
Caminaron por dos horas admirando el paisaje y platicando historias de cada una de ellas. Por otro lado el matarañas se estaba dando un manjar de arácnidos y zacate- por aquello de la purgada.
Cuando llegaron a la cima sus ojos no daban crédito a lo que veían: árboles azules. Siguieron caminando. Atravesaron el bosque azul eléctrico, a lo lejos vieron algo que brillaba. Sofía se preguntaba si eso sería el mar de plata o las torres de cristal. Asombrada se percató que ese brillo eran las torres de su sueño reflejadas en el océano de plata. Bajaron corriendo hasta la orilla. El matarañas bebió del mar; comenzó a cambiar de color. Era como cuando se vierte aceite industrial en agua, decenas de matices en movimiento.
Sofía y Olga observaron las olas por un largo rato. Era el océano que penetraba un pequeño valle bordeado por torres y bosque de color azul eléctrico. Eso era lo que contemplaban y eso era lo que las hacía felices.
Sofía se despertó. Caminó hasta la cocina donde se encontraba su abuela preparando el desayuno.
-Gracias abue- le dijo, al momento que la abrazaba.
-Cuando quieras hijita. Escoge la noche y el lugar al que quieras ir. Allí estarás disfrutando de tus aventuras con tu amiguita Olga.
-Abue, ¿por qué te pusiste Olga?
-No lo sé. Se me ocurrió. ¿Cómo te diste cuenta de que era yo?
-Pues por las velas y ese libro extraño, que siempre lees. Estaban en mi buró. Gracias abue, te quiero mucho. Me voy a la escuela.
-Adiós hijita, me saludas a Olga...
Carlos Martin, el Director
Septiembre 2002
3 may 2009
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4 comentarios:
Nota del Director: este fue uno de los primeros cuentos infantiles que hice, allá por el año 2002. Tengo varios. Propongo en alguna semana que el tema fuera los niños... (Michael Jackson abstenerse)
ja... Yo tengo un perro al que le llamo mara salvatrucha es traicionero pero te mira con ojos muy tiernos...
mi abuea me contaba historias y se ponia a jugar conmigo con palabras rebuscadas...
los niños sería un buen tema
sino pregúntale a Michael Jackson
se me cayó una letra... el doberman pensará que es una araña...
El perro!!!!, bueno me voy a copiar el nombre lo juro!!! Me gusto mucho este, me ayudas a comprobar que siempre los sueños son un buen modo de viajar!
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