26 jun 2009

No me gusta...

Paranoia. Enfermedad mental en la que el individuo presenta delirios, regularmente de grandeza y persecución, y que generan un temor muy grande y una gran desconfianza hacia los demás.

* * * * *

La puerta sonaba por cuarta vez en el día.

Y por cuarta vez he ido a refugiarme al cuarto. Cuando era niño y mi padre llegaba borracho a golpear a mi madre, entendí que el miedo no era cosa fácil. Todo empezó, creo yo, con el trabajo. ¿A quién no le gusta tener trabajo?

A mí por lo menos, me bajaron la luna y las estrellas.

- ¡¡Ay René!! ¿Por qué lo sacas tan brusco?
- No mames ¿y si te embarazo? ¡Aunque te cuides puedes quedar!

Siempre he pecado de precavido: cuando me he acostado con alguien, me he venido afuera para evitar complicaciones, y aún así he hecho que las mujeres tomen una píldora anticonceptiva.

¡No puedo embarazar a alguien! ¡NO! ¡Perdería mi libertad!

Suena la puerta. Me agazapo.

Ahora comprendo que mi libertad la he perdido de cualquier forma.

En el trabajo no es muy diferente. Mantengo la distancia. Sólo de vez en cuando le tiro la onda a Paty, la secretaria. Sueños guajiros. Mi desconfianza incluso aplica hacia a ella.

Para llenar el vacío, trate de hacerme de cosas materiales: el auto, los muebles, la tele, las garras, todo cuanto fuera para poder ser alguien. Sentirme importante. Ahora que lo pienso, mi existencia dio un giro perverso. De repente llegó el descontrol: borracheras atroces, mujeres insaciables y amigos por conveniencia me dieron al traste. Nunca supe manejarme.

Suena la puerta. Ésta vez, una lágrima corre por mi mejilla. Tiemblo.

Toqué fondo. En el trabajo se dieron cuenta y me despidieron. Por más que he intentado, no he encontrado otro. He recurrido a los amigos, pero me han dado la espalda. Odié. Odié al mundo que me llevó hasta éste punto y que ahora se niega a ayudar. Voy por las calles, y me la paso viendo sobre mi hombro...

¿Me estarán siguiendo? ¡¿Qué quieren de mi?! ¡No tengo trabajo, chingada!

- René ¿estás ahí? –suena una voz familiar.

Lentamente me levanto, y me dirijo a la mirilla. Beto, un vecino mío se asoma. Abro la puerta. No mucho. No vaya a querer pasar.

- Oye cuate, fíjate que llegó un licenciado a dejarme esto. Creo que se equivocó. Te lo dejo, nos vemos.

Primero las deudas. Luego el buró. Después los citatorios.

Deposité el papel junto con el coctel de bufetes jurídicos que había sobre el sofá.

Deber dinero es como ser señalado, estar marcado. El pánico me invade. No quiero salir. No quiero ver a nadie. El mundo me odia y yo a él. Lloro. No me gusta el dinero… No me gusta…

7 comentarios:

Jo dijo...

Solo vengo a dejarle notificación que no es ud. el único... es el resultado de nuestros actos o a veces esa paranoia se traduce en lo involuntario de la mente que puede ejercernos las malas pasadas y al traste....

ehm ..
bueno

cierre bien la puerta atranquela si es posible
.. tome su medicación

ah y por favor

deje de esconderse y estar fumando tanto


firma el cheque por favor.



no se si estoy soñando.
voy por mis resultados de embarazo.


auch...


La paranoica Numero dos.

la MaLquEridA dijo...

Cielos!

Yo pienso que alguien me persigue y cuando voy al médico, mis ojos se ponen locos mirando para todos lados.


Leí resultado de embarazo?
a ver voy a leer otra vez...

MauVenom dijo...

No tocayo pues sí está angustiante esto

lograste tu cometido no solo de paranoia sino también de una terrible soledad y una tristeza profunda

bien hecho tocayo, me gustó mucho, la vida puede ser bien dura a veces.

Abrazo.

NTQVCA dijo...

Bastante actual tu historia Anarkista. Mas de uno nos abremos sentido identificados, aunque yo no me he sentido atraido por ninguna secretaria hasta ahora.
¡Bienvenido a Cuentaletras!

G L O R I A dijo...

Sí me siento un poco identificada, hiciste que me diera un escalofrio.
Un beso.

Pinche Vieja dijo...

-->Celular apagado, teléfono desconectado, msn ocupado....

Cartera escondida mmmm odio el dinero... pinche dinero.

¿Porqué lo sacas tan brusco? jajajajaja eso rifó!

Bienvenido muchachote.

marichuy dijo...

Querido Anarquista

O sea que fue un sueño, provocado por las deudas? Mal de muchos, querido: en mayor o menor medida, todos somos paranoicos. Pero yo digo que los principales culpables son:

Los gringos, por su tendenciosa guerra contra el terrorismo;

FCH, por su desarticulada guerra contra la narcodelincuencia;

Agustín Carstenes, por darnos, en lugar de un simple catarrito, un tsunami económico, de inabarcables dimensiones y brutales consecuencias.

Por eso tenemos deudas y por eso tenemos que aguantar a jefes necios y malos salarios. Y lo peor, por eso estamosvparanoicos.

Ya ves? Eso nos pasa por no ser hijos de Slim... bueno si fuéramos millonarios como él, seguro viviríamos en la paranoia del secuestro.

Abrazos

PS Acabo de enterarme que eras cuentaletrista