Cuando Sofia leyó que las emociones se podían ¨graduar¨, decidió que comenzaria con la que mayor problemas le causaba a diario, decidió graduar el miedo, decidió que su escala de graduación sentimental iría en proporción de 1 a 10, siendo uno la más baja obviamente; así que subió, por ejemplo, lo practico a 10 y el miedo, el tan terrible sentimiento o emoción, lo dejo en uno, salio al mundo con sus sentimientos bien graduados, y entonces se enfrento a todo aquello que anteriormente por temor no lo había hecho, entre todas las cosas que encontró novedosas, una fue el amor de su vida, pero siendo ella, ya una mujer tan practica, le había dejado de importar.
17 ago 2009
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7 comentarios:
Orale... pues que diera yo igual que Sofia poder graduar mis sentimientos. Principalmente el miedo. Mira que me hace falta.
Muchos saluditos Campa!
Jaja, esta tan bueno que el final me hizo soltar una carcajada, sip, nos da tanto miedo la vida que preferimos no verla pasar.
Muy bueno Campanula!
Será que... Ya cuando estás curtido en el miedo, ya pocas cosas te pueden sorprender...
También hay hombres prácticos...
Que solo vamos a lo que vamos, así como las mujeres prácticas... Nada de teorías, nada de sentimientos...
Simple práctica...
Cheers...
Pobre de aquel que ya no sienta miedo.
Abrazo.
Algo así como que las cosas llegan cuando ya para qué. Algo como que las oportunidades se presentan cuando ya no te sirven. Algo tan aterrador como que tienes eso que quisiste, pero ya no te interesa. Muy buena historia.
Felicitaciones.
Un abrazo.
Jajajaja súper buena tu historia, me quedo con el miedo, prefiero sentir algo que seguir viviendo esta monótona practicidad.
Me gustó
se siente tan cercano...
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