15 nov 2008
La Penúltima de la Fila
aunque no esté contemplado en mi lista ... en medio de la fila podrían pellizcarme en cualquier momento por decir que los sábados mios me lo tomo con humor, no pensé que me tocaría un sitio dentro de este blóg. Por fin llegó mi turno
Decidí que un buen comienzo en esto de las presentaciones seria hacer panfletos o pancartas con mayúsculas en tinta endeleble, sin embargo las ideas no se adhieren aun sean con tinta roja y siendo la penúltima de la fila, mis ideas en fin de semana vuelan dispersas y distraidas en el aire, como locas de atar justo como en aquellas épocas donde afuera de los conventos algunas mujerzuelas abundaban
Las ideas a veces un tanto rebeldes no se prestan para presentaciones cortas al menos para alguien complicado como yo ; Por lo pronto diré que a veces estoy tan bien que debo sentarme a llorar, para dejar salir la alegría porque el optimismo no es algo que me caracterize. Conmigo no es fácil descifrar que es el humor o la risa, menos sus consecuencias. La risa para mi es un acontecimiento mágico inesperado que irrumpe en nuestro bienestar y hace que trascienda frente a nosotros la realidad ordinaria en la cual habitamos.
Reír es un placer pero es un placer fugaz, igual que la felicidad; a veces un poco involuntario, poco se parece a un orgasmo. ese alterado de conciencia al alcance de todos, el antídoto del miedo o de la rigidez.
Incluso cuando es insoportable el desfogue de uno mismo uno ríe, coje, llora o compra. La gente toma toda clase de terapias contra las drogas, contra la depresión, contra el sexo, contra la soledad, yo no soy fanática de la felicidad pero si vamos a insistir en ellas yo mejor escribo.
La vida a veces pesa tanto como si cargaras bolsas, justo a punto de reventarse, esas cosas que arrastras porque pesan tanto, padecen de demencia y reniegan a la menor provocación y creemos que necesitamos asideros en automático e irónicamente, los depresivos son asideros momentáneos como la moda, el fanatismo, las compras de pánico y el amor ... Es mas doloroso conocerte que cumplir con un rol impuesto por la sociedad y no me refiero a conformarse, siempre es bueno buscar ser mejores y sentirnos de ese modo pero sin apego a lo que no tienes y tampoco a lo que no necesitas, así que no amo ir de compras, odio las filas ni soy compradora compulsiva. Yo por eso tengo un blog, me ahorro psicoanálistas; la alegría la he puesto entre comillas en mi vida y el amor entre paréntesis, el sexo seguido de puntos suspensivos sin vales ni promoción.
Quizá es que las cosas de la vida no pesen tanto pero soy exageradita, al menos el ultimo año, menos fuerte y pareciera que he estado formada y confundida entre tanto barullo y vitrina es difícil entender. Algunos pasan e intentan colarse por el frente o meterse con carritos llenos aprovechándose del aspecto de una, pero yo suelo ser muy práctica en esos menesteres y seguro que me he ganado a pulso miraditas o puñetazos por ser tan clara o transparente.
No suelo quejarme tanto, digo lo que me gusta y lo que no me gusta, mas bien la circunstancia es que digo las cosas de golpe y porrazo, los que se cuelan se hacen los que no miran y mantienen su puesta con indiferente frialdad otros se siguen de frente con mala educación, y entre que el alboroto continua hasta alguien de pronto pone orden o serena todo
Por azares del destino y sin pretensión este sitio me abrió sus puertas y yo vine volando como si estuviera de oferta en pleno sábado. Creo que ha sido un buen comienzo venir a merodear por aquí puesto que la rutina y mi tiempo se han confabulado y solo en sábado puedo disfrutar de libertad. Las Palabras que me definen son tantas y ninguna casi como artículos de supermercado pasados por el lector electrónico: rara,dedicada, poeta hipocondriaca, simple, explosiva, respondona, serena, ciclotímica, radical, hereje,física complicada, sensible,aspera, lujuriosa, mordaz, directa, culta, selectiva, compulsiva, visual,delicada, alivianada, parca, impaciente, loca,rítmica, sentidita, sexual, neura, kitsch, cursi, mimada, caprichosa, cursi, inteligente, intensa, ordenada, sutil, sincera,ezquizofrenica, sensible, miedosa, parcial, insaciable, divertida, diestra,objetiva, artística y rara
contabilizados los artículos, eso es todo, creo que no se me ha pasado nada.
Antes de engancharme a un nuevo anzuelo, olvido quitarme siempre el otro que tengo encarnizado ya a la piel y por eso supongo que mis ultimas relaciones no han funcionado, aun no decido si lo arranco o llamo a un cirujano con tino preciso, he ahí la consecuencia de lo que escribo, de mis amores perdidos extraviada entre los artículos contabilizados aun no hallo la brújula, el antídoto, el mapa o al pelmazo. La vida en general es como el supermercado, lenta, incomoda y a veces llena de cosas insoportables como el tedio, el tiempo, la soledad y el vacio.
En cuenta letras no creo ser tan distraida o despiste como en el amor ...me hago mala promoción, soy mezquina con esta presentación, pero hoy no pienso si vivo en blanco y negro o si sueño a technicolor, mis post no van con "sabado corto" me extiendo, me diluyo, a veces olvido mi dislexia cambio o sustituyo letras.
Por algo estoy seguro en sábado en la fila de Cuenta letras.
Besiu Beaucop.
14 nov 2008
El buen presentador
A través de la neblina de incertidumbre hacía presencia aquél magro ser del que se decía tener trato secreto con el primer muerto en la historia. Su desplazamiento en escena es rúbrica personal; nadie podría asegurar que mueve los pies pues nunca se les ha visto. Esa enorme máscara sin rostro cautiva sin remedio como la duda que guarda el abismo.
Lee la mente de las masas, dicen unos; te hace ver cosas que no existen, insisten otros curiosos reaccionando al efecto del ansia. Aquellos más atrevidos no le elevan más allá de un buen presentador. Con solo doce horas de aviso anticipado, los asistentes abarrotan el lugar doquiera que éste se anuncie; pues la ciudad es escogida al azar; ora en Atenas, ora en Brasilia.
En derredor proliferan rumores que hacen del morbo un postre entregado a pequeños bocados con cada movimiento, cada pase y cada grito de instrucciones. El acto de La mujer destripada será, obedeciendo la costumbre, ejecutado solo una vez. Después vivirá en el recuerdo de los espectadores, provocando millares de columnas y primeras planas en todo el orbe; inspirando libros y guiones cinematográficos, alimentando, como ha sucedido desde hace veinte años, el mito que provee fuerza vital al buen presentador con máscara sin rostro y que flota en escena.
La iluminación en la sala se descolgó poco a poco del acondicionamiento temático dispuesto. Miles de miradas se ubicaron en el personaje cobijado por una luz solitaria que permanecía inmóvil esperando el momento preciso.
Una fracción de segundo en la oscuridad supo a eternidad; todas y cada una de las mujeres en el recinto, incluyendo asistentes en escena, boleteras y acomodadoras, yacían con los intestinos expuestos; niñas tiradas junto a sus madres en profundos charcos de sangre manteniendo a flote entrañas y vísceras arrebatados por sabrá Dios que fuerza.
Los hombres no daban crédito y, entre alaridos, rogaban despertar de la pesadilla; eso para quienes no desmayaron en el instante o volvieron el estómago junto a otros que encontraron en el llanto el mejor refugio.
En escena solo el presentador permanecía inmóvil; indispensable para mantener equilibrada la dualidad realidad/ilusión. Bañadas en sangre, llanto y vómito, doblegadas por el dolor; ensordecidas por gritos propios y ajenos e innumerable cantidad de maldiciones, atestiguaron su propia muerte junto a otras de igual suerte.
En claro arrebato iracundo, un asistente soltó los restos de su amada para vaciar toda su fuerza en el presentador.
Fue hasta que se cansó de golpear máscara molida y ensangrentada que vio lo que sucedía. Miles de personas en perfectas condiciones de miraban absortas su crimen. Ver a su novia en primera fila sin siquiera un rasguño lo arrojó a la locura. Su desicha le hizo azotar la cabeza contra el suelo en insano frenesí que pronto acabó.
Al día siguiente se pusieron a la venta las entradas para la próxima actuación programada a un año con ciudad por confirmar.
13 nov 2008
Prólogo
Las ideas de diario: tomar un corta uñas y uno a uno cortar a la mitad sus dientes. De sólo imaginarlo sus ojos lagrimeaban por el dolor inexistente; encendía un cigarrillo para que el humo distrajera su mente y la llevara con el viento hacia lugares lejanos. Por eso evitaba cortarse las uñas, pues si un día se desconcentraba al hacerlo su dentadura pagaría el precio.
Psicótica según sus fieles espectros tras el espejo; tierna, pendeja y divertida según su jefe… nadie la conocía lo suficiente para atreverse a dar una descripción que la dejara satisfecha por un momento. Ese día, parada al filo de las escaleras pensó en volar: dejarse caer y que el destino de su cuerpo lo decidiera cada escalón, al fin y al cabo, no pasaría nada. Siempre hacia abajo pues sabía que la sensación que experimentaría antes del impacto era lo más cercano a la libertad de toda su puta vida. Hacerse daño. Cruzar la calle en un lugar inadecuado, perder el pie en un escalón. ¿Y porque no dañar a alguien más? Una burbuja de aire en la yugular, dosis regulares de cloruro de potasio o un solitario disparo, aunque fuera ruidoso: se imaginaba los círculos perfectos del rojo hipnotizante mientras la boca de su arma soltaba bocanadas de humo y sus manos se impregnaban de pólvora. No convertirlo en un rito sino solo satisfacer el impulso y arrepentirse mil veces al final. Porque se arrepentiría, de verdad que si.
No volvería a hablar con nadie mas que con los niños que había en su cabeza, esos que le hablaban en diferentes lenguas y con mil voces a la vez. Esos de cabellos rojos y ojos blancos que sabían perfectamente que botón presionar para que su instinto no pudiera ser saciado. Entre todos no podía distinguir a la que una vez fuera la voz de su conciencia, ni siquiera reconocía la suya… si es que tuvo un sonido propio.
En eso consistía su lucha: no contra el miedo a la crisis si no a sí misma. Por eso no le gustaba quedarse sola, porque nadie le ponía límite a esa imaginación torcida, a esos crímenes y aberraciones contra el mundo. Nunca inmoral, pero con una amoralidad envidiable.
Nada nuevo bajo mi sol el día de hoy: a mis palabras no se las llevará el viento. Ni madres, ellas se lo llevarán a él.
¿Mi nombre? En mi acta de nacimiento dice que soy Annabel, hija de María Morales. Pinche Vieja, Cosa, Princesa, Cozorra, Delicated, Comadre o Sherezada para la blogocosa. Annamabel para la familia, Anna para pocos y Annabela para poquísimos.
Llámame como gustes, eso no altera los resultados: el jueves me toca bailar en éste congal.
12 nov 2008
PRESENTACION
Me arrojo insensato y pretencioso al océano de las palabras, sin medir el peso de mis limitaciones que me hunden fatalmente.
Quiero expresar sentimientos, vivencias, sólo logro balbucear voces presumidas y sin sustento. La hoja en blanco, hembra en celo que se me brinda imperiosa, revela implacable mi impotente vulgaridad.
Escribo para ustedes, busco conmoverlos, tal vez, sólo tal vez, logren comprenderme.
Luis Torres
11 nov 2008
La presentación
¿Qué yo quien soy?… hubo un tiempo en que no lo sabía.
Con el tiempo fue adquiriendo firmeza en su personalidad, cabello oscuro, rizado y largo, le gustaba sentirse segura porque que se le notaba, alguien la llamo la chica más sexy de la escuela. Los lentes que de alguna manera actuaban como una mascara, saberse creativa, dejar el eco de su persona donde sea que se encontrará. Era popular, lo sabía y podía manejarlo, cuando caminaba por los pasillos no dejaba de saludar a todos.
La música era su vida, era la solista del coro, cuando se paraba enfrente de toda esa gente para cantarles lo que sentía se le hinchaba el corazón de emoción. Pero con ansias de ambición había decidido optar por estudiar algo que según ella le redituara mas. Y claro que le reditúo, darse cuenta que también eso lo podía hacer bien. Imprimirle su estilo a cada cosa que tocaba, y que los demás la reconocieran en ello.
El día que lo conoció sintió que era una especie de alma gemela, lo descubrió tan parecido a ella que se enamoro de él como si lo hubiera hecho de si misma, la atravesó su manera de actuar, y no hizo nada en adelante más que seguir su rastro.
Logro, como la mayoría de lo que se propone, atraerlo y después pacientemente, espero hasta que él se diera cuenta que tampoco podía estar sin ella. Decidieron pues unir sus vidas para convertirlas en una sola. Es ahí donde todo valió madres.
Porque cuando dos se hacen uno terminan convirtiéndose en todo, menos en lo que en un principio eran. Así que ella decidió que él imperara ese universo.
En su afán por demostrarle su amor comenzó a convertirse en un ser sumiso a prueba de cualquier antojo que él en su capricho le pidiera. Empezó enseñándole la manera de hacer las cosas correctamente, ella era tan tonta, y él que era tan bueno tuvo hasta que explicarle como vestirse para verse mejor, lo que leía, lo que escuchaba , todo estaba mal, era deprimente y vulgar como ella. Así que se resigno a escuchar la música de su amado, no leyó sus libros porque él no leía, para eso le pagaba a alguien, y con resignación acepto seguirlo hasta el fin del mundo.
Un día mientras caminaban alguien que lo reconoció, se acerco para lamerle las botas, como era habitual, y le pregunto si la mujer que lo acompañaba era su hermana. ¡Son idénticos! Les dijo.
Sintió como se le hacia chicharrón la vanidad olvidada. Ya no quería parecerse a él. Ya no se reconocía en esa persona.
Comenzó por cortarse el cabello como un niño, para no compararlo más con el de él que era largo. Se opero de la vista para no volver a usar lentes, asi él no tenía que recordarle la colección completa que usaba dependiendo del tipo de ropa y del humor que tuviera. Y además engordo, como nunca pensó que iba a ver deformado su cuerpo, ¡él era tan delgado!
Y por supuesto, él al no verse más reflejado en su antes “bonita” la empezó a aborrecer, no importaba de que manera le pidiera que regresara a ser la que era antes, ella más trataba de cambiar para no parecerse a él.
Y este amado, famoso y exitoso, acostumbrado a recibir honores y premios, no tenia mas remedio que llevarla a los eventos donde tenia que seguir el protocolo, y ahí, mientras él agradecía los aplausos, ella se escondía, se convertía invisible para no avergonzarlo, ya mas de una vez le había dicho que de todas las mujeres que asistían a esos lugares ella era la mas fea.
Y ahí escondida de pronto alguien la encontró
.- ¿Eres tú la esposa de MNS?
.- ¿Como?, no escuche, ¿que necesita?
.- Ah si, tú eres la hija de PC, que se caso con MNS, el que acaba de ganar el premio ¿no?
Dudo por unos segundos que contestar, no sabía decirle quien era.
.- Tiene razón, Yo soy la hija de PC y la esposa de MNS, es decir, en realidad no existo, yo no soy nadie.
Él apenado se retiro, pensando que esa loca se había enojado por nada. Pero era porque no entendía nada. Que diablos sabía él de lo que era aceptar haberse convertido en nadie, y lo peor es que no existía una sola persona que la extrañara.
Para su desgracia tuvieron que pasar más pesadillas y noches surrealistas para que entendiera que se tenía que alejar de ese hombre que ya no veía con amor y mandarlo directito al demonio.
Una mañana despertó a su lado, y sin pensárselo mucho, le dijo “Me voy, ya no quiero estar aquí”. Y con miedo, pero con los sentidos bien avispados para recibir el calor de ese verano, se fue y nunca volteo hacia atrás. Y con el tiempo vio que fue lo mejor que le pudo pasar porque aprendió nuevamente lo que era vivir.
¿Ahora quien soy?, Me presento: alguien que se tarda un chingo en reconocerse, pero una vez que lo hace, sabe que es las más grande hija de puta, chingona hacedora de sueños que alguien pueda conocer.
Soy yo, NTQVCA, y los martes son míos en Cuentaletras
10 nov 2008
Presentación
Nací en una pequeña ciudad en el noroeste del país, crecí en una colonia de clase media baja con todos los adornos que te puedes encontrar en un lugar como ese, desde niños vagos que se bañan en los charcos ocasionados por las lluvias, vecinas putas de profesión, vendedores ambulantes y tienditas en las esquinas.
A los 8 años me informaron que el niño que era mi mejor amigo y compañero de clases había muerto, para sorpresa de mis padres la noticia no ocasionó reacción alguna en mi, pude ver en sus ojos esa sensación de incredulidad y miedo cuando les dije de una manera muy fría que algún día tenía que pasar y que la vida no duraría para siempre, después de eso le pedí a mi papá dinero para comprar un helado.
El tiempo siguió su curso y después de años, una tarde sentado afuera de mi casa imaginé ver pasar decenas de días frente a mis ojos, con sus respectivas albas, crepúsculos, noches estrelladas, lluviecitas piteras, lunas de octubre y crudos inviernos decembrinos. El tiempo había pasado y yo ya tenía muchos pelos en la entrepierna y axilas, voz de pito y ganas de irme a Alaska a pescar Salmón y ganar muchos dólares para sacar a mi novia (quien también ya tenía pelitos en la entrepierna) de casa de sus abuelos y coger como dios manda, 4 ó 5 veces al día.
Después me di cuenta que no quería todavía estar amarrado a una mujer, y que 4 ó 5 palos al día durante 3 ó 4 años no valían (de momento) el yugo que tendríamos puesto sobre nuestra humanidad hasta que la muerte nos separara, ahogando algunas de nuestras ilusiones, ideas y planes de vida.
Un poco después murió mi padre, el día de su entierro estaba lloviendo a cántaros, factor que me favoreció porque la lluvia sobre mi rostro camuflajeó el hecho de que no derramé lágrima alguna, y me ahorró la explicación de la relatividad de la vida y lo natural del fenómeno de la muerte a quien se le ocurriera cuestionar mi temple elegante e insensible. La muerte de mi padre no me fue indiferente, simplemente no pienso llorar a recuerdos que son solo eso, recuerdos.
Más adelante entré a la universidad, a la licenciatura en filosofía, nunca fui un apasionado lector ni mucho menos, tampoco recuerdo cuando empecé a escribir, a mi edad, mi madre escribía poemas para el periódico local, había leído ya decenas de novelas clásicas y había ganado concursos nacionales de oratoria, yo a duras penas había leído el principito, un par de ejemplares de condorito y algunos de Reader’s digest, esas revistas que están hasta debajo de las piedras junto con un Atalaya. También había leído y visto las novelillas esas de historias del Coitorreo y las trabajadoras del talón, mismas que inspiraron mis primeros trabajos manuales, pero supongo que eso no aporta nada relevante a mi formación literaria.
A veces siento un vacío enorme en mi vida, lejos de estar medio vivo, a la expectativa de cosas relevantes, juzgando las acciones de los demás, y refutando todas las acusaciones a mi patética realidad, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, dicen por ahí.
El que vende caras cada una de sus gotas de agua salada, el que imagina su muerte cada vez que ve un cristal roto, el que divide los palos en coger y platicar con cigarro en mano, el que disfruta cuando le ofrecen estudiar la primaria y secundaria abierta por sentirse subestimado, el dueño de un morbo de grandes dimensiones, el que disfruta ver a la gente mientras fuma y la sensación de que los cigarrillos fueron forjados por los mismísimos dioses después de coger, ese soy yo, Rich, y los lunes son míos en cuentaletras.