9 jun 2009

Anulados

La ventana de la recamara de Elías da a un lado de la calle, la curiosidad por escuchar las conversaciones se va convirtiendo en mortificación, por la señora que apura a su hijo para ir a la escuela mientras lo regaña por no haberse terminado el licuado, la niña que grita a sus amigas que la esperen, de la novia celosa que reclama a su compañero porque saludo a la Lourdes, del hombre de voz tosca que en una llamada pone precio a su trabajo para matar a una mujer…


No puede dejar de “verlos” toda la noche, de adivinar sus caras, de preguntarse si el novio acosado finalmente le dio un golpe a la celosa, si el niño deliberadamente sigue sin tomarse el licuado, atormentándose por el destino de la mujer que quizás sea tan despreciable que alguien es capaz de pagar por desaparecerla…


Intenta de todo para conciliar el sueño, hasta que comprende que la cosa es más sencilla de lo que se cree. Funciona más o menos así, ellos no existían antes, por la simple razón de que no sabía de su existencia, de pronto los rostros adivinados se van decolorando, mientras da la espalda a la ventana se olvida de la música que pone para dormir, se va fundiendo en su sueño hasta que la voz del que canta se va borrando hasta desaparecer, anulada, junto con el ruido del fondo.

14 comentarios:

MauVenom dijo...

Leyendo tu texto,de alguna manera lo vivimos todos especialmente en una ciudad, me queda claro cuales son las conversaciones que robamos a los demás a través de las paredes y ventanas pero me llevas a preguntarme cuáles son las conversaciones que me habrán robado a mí

uno se siente siempre erróneamente aislado

y quizá por eso, porque diluyes la cara de los demás en contideaneidad y costumbre... pero están ahí, oyéndote, oyéndome.

Besos I.

Rich dijo...

Me gustó en especial el segundo parrafo y la conclusión que escribes en el siguiente.
Me gustó, pone a pensar un poco.

Kózmica dijo...

Pasa con los blogs, a veces la lectura de algunos me lleva a sentirme presa de sus problemas y de sus alegrías, incluso en mi casa aún sigo pensando cómo les habrá ido en alguna u otra cosa que tenían pendiente ese día.

Historias de otros, conversaciones robadas. Tema interesante para todos.

saludos!

GERMÁN DIEGO dijo...

Vidas extrañas y al mismo tiempo tan cercanas solo significan un poco la ausencia de la propia por algunos instantes.

Abrazo.

la MaLquEridA dijo...

El oir conversaciones ajenas,es adentrarnos en la vida de personas extrañas,por mucho que no sepamos quienes son.

Estamos ahí,oyendo,imaginando que reacciones tendrán ante lo que se les está diciendo.

Mejor me voy a ver la tele,esos si tienen cara y no me mortifico.

Saludos,cómo estás?

AnarquiStar dijo...

Somos parte de la cultura pop y eso lo vemos a diario: las conversaciones entre políticos, las fotos indiscretas de la princhesa de Mónaco, Sliver, el chisme de oficina...

Ahora, lo que me pone a pensar (como dice cierto anuncio de whisky): Hasta dónde será tu siguiente paso...

Un abrazo...

Cheers...

Niwatory dijo...

y que paso pues no has sabido si sii le pego el novio a la celosa? o_O??

CRUDO dijo...

A mi me pagan por hacer eso muajaa

Anónimo dijo...

lo padre es que al siguiente día va de nuez.

Amorexia. dijo...

muy bueno cuando se va decolorando la existencia queda un fondo en blanco o no queda nada por que blanco es algo, negro algo, y el sueño ese donde todos desaparecen y se acaba la existencia es nada. Saludos lejanos.

MIN... dijo...

No hay nada como compartir los problemas ajenos... sobre todo si con eso sentimos que les liberamos un poco de carga :D

@webero01 dijo...

cada persona es un mundo,,

imagino q otros tambiene staran observandonos,,,

saludos,,,

Mara Jiménez dijo...

Esa es una buena receta para la indolencia, que a veces se impone en la vorágine de los días: "lo que yo no veo ni oigo, simplemente no existe".

Hermes dijo...

me encanta mi cuarto... nadie me oye, no oigo a nadie, y llevo dentro varios dias... me aburro :|